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En mayo, en el marco de nuestro trabajo para desarrollar formas de apoyar un ecosistema de tecnología y de derechos humanos más equitativo y resiliente organizamos una convocatoria dentro de nuestra comunidad. Reunimos a un grupo de personas apasionadas y talentosas, integrantes de una variedad de organizaciones que utilizan la tecnología para promover los derechos humanos en América Latina, Medio Oriente, África, América del Norte, el Sudeste asiático y Europa.
La conversación se centró en los desafíos y las estrategias de apoyo que han surgido en este sector en los últimos meses, con la presencia permanente del Covid-19 y el cambio y la incertidumbre que la pandemia ha generado. En esta publicación, compartimos algunas de las principales conclusiones.
Cuando en pequeños grupos se discutieron los actuales desafíos en el contexto de la pandemia del covid-19, surgieron tres temas principales:
1. Ausencia de reuniones presenciales: los grupos destacaron el vacío que dejaron los eventos presenciales que se cancelaron y la imposibilidad de reunirse con las comunidades. Esto afecta a nivel organizacional cuando los equipos tienen dificultades con el trabajo altamente colaborativo, como la planificación estratégica. También repercute a nivel comunitario, ya que aquellas personas que no están en línea o que no se sienten cómodas participando de manera virtual quedan excluidas de los servicios o actividades. Finalmente, tiene impacto a nivel del ecosistema, ya que las nuevas colaboraciones que suelen generarse, o surgir, a partir de reuniones presenciales no se concretan.
2. Falta de flexibilidad de los patrocinadores: mientras que algunos patrocinadores han sido sensatos en cuanto a las cambiantes necesidades y prioridades de sus beneficiarios, otros no lo han sido. Los grupos comentaron que algunos patrocinadores manifestaron su opinión de que todo el trabajo de la organización podría adoptar la modalidad virtual, sin reconocer que esa medida no es responsable, efectiva o factible para todos los servicios, y además supone que todas las personas con las que la organización trabaja tienen acceso a Internet. Los entrevistados sugirieron que los patrocinadores sean más flexibles en cuanto a las prestaciones y el trabajo del proyecto y reconozcan que este tiempo puede aprovecharse mejor en tareas de mantenimiento: refinando la estrategia y el planeamiento organizacional, o fortaleciendo la infraestructura. Aparte de mayor flexibilidad y sensibilidad, los grupos reclamaron que las prácticas de los patrocinadores adopten los siguientes cambios:
- Mayor transparencia y accesibilidad en los procesos para solicitar financiación.
- Financiación adicional destinada a brindar asistencia básica para el bienestar del personal.
- Un reconocimiento por parte de los patrocinadores de que es probable que las organizaciones más pequeñas sean las más afectadas durante esta crisis y una definición clara de cómo se están preparando para apoyarlas.
- Un compromiso para mantener el apoyo a las organizaciones cuyo trabajo no está explícitamente relacionado con el covid-19.
3. Profundizar el apoyo mutuo entre las comunidades: los grupos reflexionaron sobre el papel que cada uno puede desempeñar en este momento y en el futuro, reconociendo el privilegio que conlleva trabajar con tecnología y combatiendo la expectativa de que todo nuestro trabajo se realice de manera virtual. ¿Podríamos hacer más para apoyar las conversaciones sobre los riesgos y el impacto de la tecnología emergente durante la pandemia, especialmente entre los defensores de los derechos humanos, las organizaciones LGBTQI y los periodistas? ¿Podríamos apoyarnos mutuamente mientras revisamos continuamente nuestras prioridades, para asegurarnos de que estamos haciendo las cosas que son urgentes, pero sin olvidar las cosas importantes que harán que la recuperación sea más fácil y posible? ¿Podríamos estar haciendo más para apoyar a otras organizaciones mientras hacen la transición hacia el trabajo en línea?
Durante los próximos meses, mientras trabajamos en este proyecto continuaremos compartiendo nuestros aprendizajes. Si lo que hemos compartido aquí coincide con tu experiencia o la contradice, nos encantaría saberlo. Podemos conectarte con otras personas que enfrentan desafíos similares, mantenerte informado sobre oportunidades futuras de participar en nuestra convocatoria comunitaria, así como de acceder a los resultados de nuestra investigación. No dudes en comunicarte con nosotros al siguiente correo electrónico: teresa@theengineroom.org.
Gracias por leernos y mantente a salvo.
Imagen de Boris Stefanik en Unsplash.